viernes, 5 de enero de 2018

Novela. Acre, de Lucrecia Zappi



La Huerta Grande
238 pags.

Un mundo áspero y desabrido
    
   Conocí a Lucrecia Zappi en la librería Los Editores, donde presentó esta novela, a la que se refiere en la dedicatoria que me escribió como “western paulistano”. He recordado estas palabras más de una vez a lo largo de mi lectura, y he reconocido las trazas del western en la aparición de un extraño amenazador en un mundo pequeño, que en este caso no es una aldea del oeste americano, sino un edificio perdido en algún lugar de Sao Paulo, en el que vive su gris existencia el joven matrimonio  formado por Marcela y Oscar. El extraño se llama Nelson, y allá en los años 80 tuvo una turbulenta relación con sus nuevos vecinos. Ahora vuelve a sus vidas para perturbarlo todo.
   Áspero y picante, agrio y desabrido, son los sinónimos que nos propone la RAE para la palabra acre, y así es esta historia: difícil de leer, árida. Lo es por lo turbio y obsesivo de la trama, y también porque nos sitúa en un mundo poco reconocible, opaco. Ni los lugares ni la época me son en absoluto familiares, y tampoco la autora los ilumina apenas, preocupada fundamentalmente por sus personajes. Son escenarios que apenas se ven físicamente. Sin embargo, sí se percibe en ellos un par de elementos constantes, y son la violencia y la degradación. Se manifiestan de forma evidente en algún episodio, y se perciben más soterradamente entre los indigentes y los travestis que acampan junto al edificio,  en el ambiente de las pandillas del pueblo donde transcurrió la primera juventud de Marcela, Oscar y Nelson,  en el oscuro pasado de este último y en la amenaza que representa. De forma que estamos ante un escenario apenas iluminado en el que van dibujándose de forma muy sutil los personajes y sus emociones: los celos, el odio, la resignación. Un mundo áspero y desabrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario