sábado, 9 de enero de 2016

Cine. Macbeth


Shakespeare siglo XXI

Título original: Macbeth

Duración: 113 minutos

Director: Justin Kurzel

Guión: Todd Louiso, Jacob Koskoff, Michael Lesslie (Obra: William Shakespeare)



El australiano Kurzel ha creado una burbuja perfecta de cine puro para alojar la gran tragedia shakespeareana, y llamo cine a ese lenguaje visual que a veces destroza la literatura, y otras multiplica sus poderes, como en este caso. 


Kurzel nos entrega los versos de Shakespeare envueltos en su maravillosa fotografía de los campos desabridos de Escocia, y crea una estética grandiosa, pero de dimensión humana, para mostrarnos la sangre de las batallas y la potencia de la naturaleza como telón de fondo de las pasiones más crueles y destructivas de los hombres. Sus personajes nos ofrecen en sus versos la pulsión de las ambiciones, la crueldad que provocan el miedo y la locura, las lágrimas de la culpa, la fatalidad y la duda, y, sobre todo, el vacío que puede alcanzar el afán del hombre: “La vida es una historia contada por un idiota lleno de ruido y de furia, que no tiene ningún sentido”.  


La interpretación de Fassbender y Cotillard es buena, pero resaltan sobre todo las decisiones del director sobre cómo traducir este gran retrato de la ambición humana y su sinsentido a un lenguaje de imágenes y sonidos capaz de conmover al espectador del siglo XXI: la cámara lenta en las batallas, el bosque incendiado avanzando hacia el castillo, las brujas impulsando la tragedia con su niño en brazos, los campos vacíos, la morosidad en el asesinato de Duncan, la insistencia de la música, los interiores atemporales, la sangre derramándose lentamente, la mirada de la reina a la cámara, la presencia del hijo... todas las piezas encajan para crear una atmósfera en la que nunca decae la tensión con la que se espera cada palabra, cada verso.

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