martes, 3 de noviembre de 2015

Cine. La verdad



Entretenida y demagógica

Título original: Truth
Duración: 121 minutos

Director: James Vanderbilt

Guión: James Vanderbilt (Memorias: Mary Mapes)

Tal vez sea porque no es fácil impresionar a un español con un asunto de corrupción; tal vez porque la autocrítica brilla por su ausencia en nuestros medios, y la idea de que se analice a fondo la veracidad de las informaciones en principio resulta interesante. Por las razones que sea, me ha parecido injustificado el tono épico-dramático con el que se narra aquí cómo unos periodistas hacen público que George Bush se escaqueó a base de enchufes de la guerra del Vietnam, y he encontrado maniquea y demagógica la lectura que se hace de cómo la ausencia de pruebas concluyentes en su reportaje  desencadenó la caída del mítico Dan Rather y el despido de su productora, Mary Mapes.

La historia de Mary Mapes y Dan Rather no se presta a un análisis facilón. Sus fuentes eran turbias y los documentos que presentaban para probar las chapuzas de Bush no ofrecían todas las garantías de autenticidad, por mucho que su historia tuviera toda la pinta de ser cierta. Tras lanzar su acusación, a pocos meses de las elecciones, y conocerse la debilidad de sus pruebas,  la cadena CBS optó por montar un comité independiente de investigadores que, si hacemos caso al   guionista, funcionó como la inquisición. Pero esas alturas de la película ya hemos comprendido que la complejidad del tema va a ser resuelta a gruesos brochazos.  La cosa concluye como el típico caso de confabulación-de- poderosos-contra-el-periodista-que-busca-solo-la-verdad, y no hay ni el menor atisbo de apertura a una visión más completa o matizada del asunto. Solo esa actriz magnética que es Cate Blanchett y la calidad con que está realizada ha hecho que lleguemos al final de la película medianamente entretenidos.

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