jueves, 22 de octubre de 2015

Relatos. Niveles de vida, de Julian Barnes



Pequeña gran obra

Anagrama
143 pags.

Para situarnos en una reflexión sobre el amor y la pérdida, Julian Barnes se sirve en este libro de tres piezas, unidas entre sí por sutiles hilos conductores y por una red de metáforas, que empiezan por el título, Niveles de vida, y sigue con alguna frase que se repite, como esta: “Juntas dos cosas que no se habían juntado antes. Y el mundo cambia”.

En la primera parte Barnes nos presenta, como si de un relato histórico se tratara, a los pioneros del viaje en globo; gente atacada por el pecado de la altura, empeñados en elevarse para ver (e incluso fotografiar) el mundo desde arriba. Nos toma de la mano, nos traslada al siglo XIX y nos sube en una barquilla que va y viene de Francia a Inglaterra, junto a tres personajes: el fotógrafo Nadar, el militar inglés Fred Burnaby y la actriz Sarah Bernhardt. A dos de ellos los rescata en la segunda parte del libro, que titula En el llano. Ahora Burnaby y Bernhardt viven un idilio; son dos globonoicos felices. En su última conversación se plantean si ha llegado definitivamente el momento de volar “en una maquinaria más pesada que el aire”. “Tendría mandos para gobernarla, controles de ascenso y descenso. Sería menos peligroso”, dice ella. Él se ha enamorado perdidamente, pero ella ama el peligro con una intensidad que él no comprende. Tarda en darse cuenta de que ha aterrizado en el llano de la aflicción.

En la última parte del libro hay un cambio de registro. Es el propio Barnes quien nos relata sus sentimientos, tras perder a la mujer con la que había convivido treinta años, y lo hace mediante una prosa sencilla y directa, rotundamente auténtica. Empieza el capítulo volviendo al leit motiv inicial: “Juntas a dos personas que nunca habían estado juntas. A veces es como aquel primer intento de acoplar un globo de hidrógeno a otro de aire caliente: ¿prefieres estrellarte y arder o arder y estrellarte? Pero a veces funciona y se crea algo nuevo y el mundo cambia. Después, tarde o temprano, en algún momento, por una razón u otra, una de las dos desaparece. Y lo que desaparece es mayor que la suma de lo que había. Esto es quizá matemáticamente imposible, pero es emocionalmente posible”.

Juntas dos cosas, nos plantea Barnes. Y es lo que hace él en este libro, con un extraordinario talento: La literatura y la experiencia,  el relato histórico y el relato íntimo, el vuelo y la fotografía, la ligereza del globo y la gravedad de una maquinaria más pesada que el aire, el dejarse llevar entre las nubes y el gobernar nuestro viaje, la pasión que nos eleva  y la muerte que nos hace descender, el amor y la aflicción, un globo que sube y un féretro que baja. La ilusión y la nostalgia. Niveles de vida. Una pequeña gran obra.


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