Excepcional
Título original: Me, Earl and the
dying girl
Duración: 105 minutos
Director: Alfonso Gómez-Rejón (novela de Jesse
Andrews)
Guión: Jesse Andrews
Reparto: Thomas Man, Olivia Cooke, Connie Britton, Molly
Shannon y Nick Offerman
Jessy Andrews no tenía ni idea de cómo
hacer un guión de cine, y tal vez de ahí se deriva, al menos en parte, la maravillosa frescura de
esta película, basada en una novela suya, que debía de ser una delicia. Junto a Gómez-Rejón, Andrews ha
logrado una película excepcional, que narra con un lenguaje totalmente rompedor
una historia bastante sencilla. Verla es uno de esos lujos que el cine nos
concede solo de tarde en tarde.
El asunto es la relación entre Rachel,
una adolescente con leucemia, y Greg, un chico inseguro, que procura pasar
desapercibido en el instituto y que hace pelis raras con su único amigo, Earl. La
madre de Greg es una concienzuda ciudadana, empeñada en que su hijo haga algo
por la humanidad, por lo que le obliga a llamar a su pobre vecina enferma para
darle su apoyo.
La forma en que nos cuentan esta
historia es un alegato contra los lugares comunes, las ñoñeces y las
convenciones sobre la tristeza; un grito a favor del individuo frente a la tribu,
un gamberro y retador empujón a las zonas de confort de los creadores de
películas ramplonas y una genial revisión de temas tan peligrosamente proclives
al tópico como la amistad, el dolor y la iniciación a la vida adulta.
Impresiona cómo Gómez-Rejón y Andrews han dado con la mezcla
perfecta de un modernísimo humor negro y un fondo de dramatismo real, y cómo
logran sobrecogerte sin apelar a ningún recurso convencional, manteniéndote
siempre en vilo, pendiente de que continúen firmes en el mágico equilibrio de
su tono, sin pasarse de ternura ni de crueldad, sin ser cínicos ni ñoños, riéndose
de sus personajes y amándoles al tiempo, exagerando y a la vez siendo tremendamente realistas, ampliando
el foco al mundo del instituto sin perder nunca de vista el corazón de la película.
Cada pieza de la estructura del cuento, cada escena, cada diálogo, cada
elemento visual, cada personaje –increíbles los secundarios; increíble la
transformación de los protagonistas- se resuelve de forma innovadora,
sorprendente, admirable. Lo dicho, un lujo.
Ya sabe como de gusta coincidir con usted, maestra. Esta vez comparte mi entusiasmo por esta joya y le ha salido su mejor crónica.
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