Ni Platón ni Prozac
Título original: Irrational man
Duración: 96 minutos
Director: Woody Allen
Guión: Woody Allen
Reparto: Joaquin Phoenix,
Emma Stone,
Jamie Blackley,
Parker Posey,
Ethan Phillips,
Julie Ann Dawson,
Mark Burzenski,
Gary Wilmes,
Geoff Schuppert,
David Pittu,
Steven Howitt,
Kaitlyn Bouchard,
Ana Marie Proulx,
Kate McGonigle,
Tamara Hickey
Que el cometer un crimen puede dar más sentido
a una existencia que la filosofía o cualquier otra cosa es la propuesta de
Woody Allen en esta deliciosa película, que mezcla ingredientes tan propios de
su autor como el asesinato, el dilema moral y la capacidad de la ingenuidad del
amor de poner en ridículo las grandes preguntas existenciales.
Abe Lucas (Joaquin Phoenix) es un
profesor de filosofía que llega nuevo a un campus de la costa este, cargando
con la depresión y la angustia que le han producido el abandono de su novia y
la muerte de su mejor amigo. Va pegado a su petaca y destila neurosis en cada
clase que da y en cada relación que emprende. A pesar de ser un saco de malos
rollos, o tal vez porque su malditismo
le hace resultar atractivo, dos mujeres se ven atraídas por él: una alumna
angelical con un novio que la adora (Emma Stone) y una madura profesora harta
de su marido, con fama de liarse con todo el que puede (Jamie Blackley). Ni una
ni otra logran que recupere la alegría de vivir y la energía sexual. Es la idea
de hacer un bien a la humanidad lo que le devuelve
el impulso vital. Lo complicado es que para lograr hacer realidad su benéfico
propósito debe cometer un crimen.
Los temas favoritos de Woody Allen
vuelven a estar presentes, manejados con toda la gracia y osadía de sus mejores
películas: hay diálogos y escenas brillantes (la ruleta rusa, los momentos
finales, las conversaciones entre Abe y sus amantes, los impecables
secundarios), y el divertido enredo en el que nos metemos, con sus momentos
delirantes y caricaturescos, una vez más vuelve a tener mucho sentido. Estupendo Woody Allen.
Al que si?
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