lunes, 4 de mayo de 2015

Novela. Violetas de marzo, de Philip Kerr



RBA
384 páginas

Tras varios intentos creo que ha llegado el momento de confesarme que no soy de novela negra. Esta es sin duda un buen ejemplo del género, y agradezco a Juan y a Maite la recomendación, pero está claro que no soy capaz de seguir con interés una trama así de complicada. Escrita en primera persona por el investigador privado Bernie Gunther, tiene sin duda la virtud de una voz cargada de ironía, una de esas voces a las que los aficionados al género se hacen adictos, lo cual queda demostrado al ser  este libro el primero de la serie Berlin Noir.

Bernie es un tío con humor y con principios, que dejó de ser policía por discordancia con el universo nazi que iba cuajando en Alemania. Lo que nos cuenta es la historia de dos asesinatos, varios chantajes y un collar que desaparece en casa de un preboste de la industria, mientras el país se prepara para la Olimpiada más propagandística de la historia, Himmler y Goering se enfrentan en la cumbre del poder, el holocausto ha comenzado y la corrupción muerde a todas las capas de la sociedad. Es magnífica la ambientación de las andanzas de Bernie, un verso suelto en la terrible sociedad de la Alemania nazi, en la que no se nos ahorran escenas de una violencia brutal. El problema ha sido para mí  seguir el hilo del argumento, un problema seguramente de lo más tonto para los aficionados al género, que disfrutarán con este libro tan currado y tan bien escrito. Lástima que yo no lo haya pillado del todo.

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