¿Es Hedda Ibsen?
Autor: Henrik Ibsen. Versión
de Yolanda Pallín
Director: Eduardo Vasco
Reparto: Cayetana Guillén Cuervo, Ernesto Arias,
Jacobo Dicenta, Verónika Moral
Sala: Teatro María Guerrero
Hedda, la guapa y estilosa hija del elegante capitán Gabler, se ha casado
con Tesman, un mediocre aspirante a profesor, porque ya no tenía edad de andar
bailando y porque casarse es lo que deben hacer las mujeres. Cuando vuelve de su
viaje de novios y se enfrenta al vacío de su vida y al aburrimiento mortal que
le inspira su marido, un viejo conocido aparece en su casa, de la mano de un
juez, amigo del matrimonio, y de una antigua compañera de colegio de Hedda. El amigo es un escritor ex alcohólico, que acaba
de terminar el manuscrito de una obra de
gran valor. La compañera de colegio le adora, y Tesman le envidia. El juez
observa y trata de sacar tajada. Hay varios triángulos funcionando al tiempo,
pero sobresale en la historia el poderío de Hedda como figura central.
Hedda Gabler es un personaje que plantea muchas cuestiones, y la más
interesante de ellas no es hasta qué punto estaba sometida la mujer en la
sociedad de 1891, como tampoco lo es el análisis de los convencionalismos e
hipocresías de la burguesía de la época. Me parece que la principal reflexión que lanza Ibsen
a través de Hedda tiene que ver con el valor que requiere vivir, y con la
maldad que puede desencadenar la cobardía. Hedda fabrica amargura porque se
aburre, y se aburre porque no se atreve a hacer lo que quiere. Su amargura se
lleva por delante el sentido de la vida y, por supuesto, su capacidad de amar.
La interpretación es más bien floja y la puesta en escena oscura y sin
mucho sentido. A ratos los personajes parecen moverse a tontas y a locas y no se comprende bien la función de algunos elementos como el telón o el pianista. No sé si la versión de Yolanda Pallín es más o menos fiel a la
intención de Ibsen, pero el interés de ir al María Guerrero está sobre todo en
conocer a Hedda, un personaje que ha viajado bien desde el siglo XIX a nuestros
días, con sus preguntas y sus contradicciones.
Me ha parecido interesante el comentario de Cayetana Guillén Cuervo: «
Estoy convencida, tras leer mucho sobre la vida y las obras de Ibsen, que Hedda
Gabler era él. El personaje es una mezcla de sus cobardías, sus carencias, sus
anhelos. Él era una persona muy convencional en su vida, también un cobarde, y
sufría por ello. Henrik Ibsen cruzaba los lítimites a través de sus personajes,
y ellos hacían lo que él mismo no se atrevía a hacer”.
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