jueves, 26 de febrero de 2015

Teatro. El pimiento Verdi




La alternativa no aburrida a discutir

Autor: Albert Boadella
Director: Albert Boadella
Reparto: María Rey-Joly, Elvia Sánchez, José Manuel Zapata, Antonio Comas, Luis Álvarez.

Boadella cuenta que su padre llegó a boicotear una obra de Wagner, tan en serio se tomaba la rivalidad entre verdianos y wagnerianos, y él mismo se confiesa un enamorado de Verdi, aunque también admire al alemán. La obra que ha montado en los teatros del Canal empieza un poco a trancas y barrancas, pero poco a poco va tomando cuerpo y el resultado es muy divertido, por mucho que le pese a algún crítico cabreado porque Boadella se ríe del aficionado purista, se cachondea de la música contemporánea y mete de rondón algún mensaje anti nacionalista, que viene a cuento lo justo.  Boadella se toma a broma sobre todo a Wagner, pero también a Verdi,  porque lo que reivindica es el juego y la diversión, y la obra no está montada para dilucidar el duelo, sino para reírse de él. 


En un restaurante popular, cuyo dueño se dispone a rendir un homenaje a su idolatrado Verdi, aparecen Sigfrido y Brunilda, dos wagnerianos empeñados en aguarles la fiesta a los presentes. Tras un inicio pesado, con algún número más bien patoso, empieza a desarrollarse un duelo de burlas y parodias entre la pareja alemana y otros dos clientes, Roberto y Leonor, que encarnan el mundo de Verdi. Los héroes de Tannhäuser y las Walkirias se entremezclan con los de la Traviata o Rigoletto, y partidarios de un bando y otro pelean a base de mímica, italiano y alemán españolizado y, por supuesto, canto: Los framentos más conocidos de El Trovador, Otello, Nabucco, Aida, La Fuerza del destino, Don Carlo, Otello, Rigoletto, Tristán e Isolda, Sigfrido, Lohengrin, Las Walkirias o Parsifal van saliendo a escena. Y lo que empezó como un aburrido  enfrentamiento acaba en un cordial revoltijo en el que las historias wagnerianas son cantadas e interpretadas a través de fragmentos de óperas de Verdi. Al final, tutti contenti. En esta época en la que hay tanta discusión aburrida, viene bien un planteamiento como este.

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