domingo, 19 de octubre de 2014

Cine. Relatos salvajes



El salvaje que llevamos dentro
Título original: Relatos salvajes
Duración: 115  minutos
Director: Damián Szifron
Guión: Damián Szifron

Damián Szifron realiza en esta película un espectacular retrato del cabreo del hombre moderno a través de seis relatos, independientes entre sí, que tienen como denominador común la ira de una serie de personajes que se sienten agredidos por el mundo y reaccionan de forma salvaje. Hay toneladas de humor negro y una creatividad desbordante en el guión de Szifron, que combina el tono de cada historia para que nos sintamos como en una montaña rusa, sin un instante de relax, enganchados a una acción que va de lo gracioso a lo delirante, de lo cotidiano a lo disparatado, del cabreo perfectamente reconocible por un contratiempo habitual en cualquier ciudad a la reacción más esperpéntica y de consecuencias más dramáticas.

La película empieza con la venganza de un perdedor, víctima de toda clase de engaños y ataques que le han hundido emocional y profesionalmente, que reúne en un avión a los causantes de sus desgracias. Le siguen una camarera a la que un malvado de libro ha destrozado la vida y que ve la oportunidad de resarcirse; un ingeniero cuya desgracia familiar y profesional comienza en el momento en que la grúa se lleva su coche; el guapo dueño de un gran Audi que padece la agresión de otro conductor en un camino perdido; un millonario cuya vida se da la vuelta el día que su hijo se mete en un lío, del que pretende aprovecharse un montón de corruptos, y una novia que descubre el engaño de su amado el día de su boda. En cada historia hay un salvaje capaz de descontrolarse  cuando la violencia y la frustración que la vida le proporciona le resulta insoportable, y todas ellas están narradas con una precisión y un ritmo impecables, y con interpretaciones ejemplares.  

Szifron desarrolla con el máximo acierto cada situación de partida hacia una evolución siempre sorprendente. Para empezar nos presenta una mirada convencional al mundo que conocemos: gente normal angustiada ante la burocracia y el abuso de autoridad, impotente ante la corrupción, la violencia, el engaño y la maldad; personas corrientes a quienes la vida juega malas pasadas. Partiendo de ahí, hace desembocar la acción en situaciones extremas y hasta esperpénticas: explosiones, crímenes, aviones estrellados, escándalos, cárceles, desenfreno, locura y crueldad. Semejante combinación entre lo real y el esperpento está resuelta con tal brillantez y humor que Szifron logra que en cada historia sintamos esa atmósfera de conexión total entre la sala y la pantalla que solo se vive en algunas películas.

2 comentarios:

  1. Fantástico comentario, sin nada que añadir!
    Por mi parte, únicamente una anotación sobre lo irregular de alguna(s) de las historias, que pasan en un segundo de la genialidad total al exceso de actuación y de metraje. La boda tiene momentos increíbles (la conversación con el cocinero en la azotea, por ejemplo) y momentos deleznablemente malos y pesados. Y la historia de “Bombita” es perfecta hasta la tarta en la cárcel, que produce un poco de vergüenza ajena… Pero vamos, la peli es genial, los actores se salen (“Esto no son honorarios normales, viste, yo me juego mi prestigio acá…”) y es fantástica la manera de enlazar cortometrajes con un nexo común tan original y tan malvado.

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  2. La tarta es de in cinismo enorme no pretende expresar ternura. No veo malos momentos en toda la peli que me parece redonda. Www.444gb.blogspot.com abrazos ignacio

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