Un mundo aparte
Título original: The Grand Budapest Hotel
Duración: 99 minutos
Director: Wes Anderson
Guión: Wes Anderson y Hugo Guinness
Actores: Ralph
Fiennes, Adrien Brodey, F. Murray Abraham, Jude Law, Willem Dafoe
Resulta deslumbrante
la manera en la que Anderson nos cuenta las aventuras de Monsieur Gustave, el conserje
de un establecimiento situado en un país imaginario de la Europa del este, que
en los años 30 aún conserva el empaque de la belle époque. Monsieur Gustave no es un simple conserje; es un hombre encantador, superficial, rubio y necesitado, que adora a sus clientes, en especial si son
ancianas, y que protagoniza una historia de ladrones, asesinos y herencias disputadas
por malignos parientes en compañía de Zero, el botones y su protegido. Nada de esta
trama nos importa demasiado y lo que nos tiene enganchados a cada minuto de la película
es la forma en que se despliega la acción, que recuerda a un comic de aventuras
de factura clásica, hilado con una música estupenda. A cada momento aparece una
más perfecta simetría para contarnos lo que ocurre en pasillos de hotel,
funiculares, ventanas, tiovivos, trenes, palacios, conventos, salones, cárceles
o pastelerías; Sea lo que vemos presos que huyen o novios que se miran, la
pantalla nos entrega las ilustraciones perfectas de un cuento lleno de
sorpresas. Anderson ha dicho que quería recordar el mundo de Stefan Zweig. A mí
me ha recordado el maravilloso mundo de la Trilogía de Deptford, de Robertson
Davies (gracias,Ignacio). También he leído que
se trata de una gran historia de amistad y melancolía. La verdad es que creo
que la forma puede con el fondo, y que lo que queda es un cuento de aventuras
con un deje romántico, resuelto de una forma espectacular. Lo cual es mucho.
Gracias a tí por la mención. La verdad es que yo a mi vez le debo el consejo impagable de Robertson Davies al pintor Alfonso Gortázar. A ver si convenzo a los de casa para ir a ver esta peli que pones por las nubes (literalmente- me refiero a las nubes que dan fondo a tu blog). Saludos!
ResponderEliminarPero es que en el cine la forma es lo nuclear...hay tantas obras maestras con fondos anodinos, banales o estúpidos pero con formas deslumbrantes........y cuando es al revés ya no es cine, mas bien teatro filmado, documental..........u otra cosa.
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