Solidaridad, bla, bla, bla
Título original: The square
Duración: 142 minutos
Director: Ruben Östlund
Guión: Ruben Östlund
Reparto: Claes Bang, Elisabeth Moss, Dominic West, Terry Notary, Christopher Læssø, Marina Schiptjenko, Elijandro Edouard, Daniel Hallberg, Martin Sööder, Linda Anborg, Emelie Beckius, Peter Diaz, Sarah Giercksky, Jan Lindwall
Ôstlund consigue su propósito de hacerte la vida incómoda con esta
película, que es demasiado larga, pero muy interesante. Christian es el guapo y
sofisticado director de un museo de arte contemporáneo. Un día le roban el
móvil, y los acontecimientos que este incidente desencadena en su vida le enfrentan
con el mundo de los desfavorecidos, una realidad con la que mantiene una relación típicamente
sueca y típicamente propia de la élite cultural europea: somos solidarios y tolerantes; promovemos las causas humanitarias.
Desde su museo, Christian
genera productos culturales de alta corrección política. Quienes acuden a sus eventos
son altos, guapos y ricos; se dejan el pelo blanco, van vestidos de negro,
pronuncian frases incomprensibles y son muy capaces de interesarse por un
cuadrado dibujado en el suelo que funciona como “santuario humanitario”, dentro
del cual “todos tienen los mismos derechos y obligaciones”.
Hay escenas impagables que ponen a prueba los límites de la corrección
política y la cuestionan. Una conferencia es interrumpida continuamente por los
insultos de un asistente, aquejado de un síndrome neurológico que le impulsa a
disparar palabras obscenas de cuando en cuando. ¿Deben esos suecos tan
tolerantes seguir adelante como si no pasara nada? Para promocionar las visitas
a “el cuadrado”, en un mundo en el que todos compiten por la notoriedad en las
redes sociales, necesitamos polémica. ¿Qué está permitido y qué no para
lograrla? En una cena de gala, la propuesta del artista de turno es la irrupción
de un hombre con apariencia de gorila que husmea entre las mesas, portador de
una simbología de amplio espectro. ¿Tienen los gestores culturales controlada a la bestia? Christian lleva a sus hijas a una
exposición en la que el público deja sus pertenencias en el suelo, al entrar,
como muestra de que confía en los demás. ¿Pero confía él en su compañera
sexual?
Dice Boyero de Östlund que es tan farsante como el mundo que retrata, y
puede que tenga algo de razón. ¿No ha hecho él también una película que es pura
provocación, sin que ello signifique que contribuya en absoluto a hacer un
mundo mejor? En todo caso, la película vale la pena, aunque debería ser más
corta.
Si la ves en sueco puede hacerse larga supongo .....porque es tan inteligente,
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