martes, 20 de diciembre de 2016

Cine. Hasta el último hombre



Espectacular película de guerra
Título original: Hacksaw Ridge
Duración: 131 minutos
Director: Mel Gibson
Guión: Robert Schenkkan, Randall Wallace, Andrew Knight


     Dicen algunos entendidos que parte de la crítica le tiene manía a Mel Gibson, que es un personaje ultra conservador, católico militante, antipático y abundante en incorrecciones políticas. No sé. A mí me ha parecido espléndida esta película como retrato de los horrores de la guerra y como crónica de una historia real, la de aquel objetor de conciencia que estaba empeñado en participar en la segunda guerra mundial sin empuñar un fusil, y que salvó la vida de más de setenta compañeros heridos, a los que rescató del campo de batalla como médico militar, en las condiciones más terribles.
   Gibson nos cuenta pormenorizadamente la historia de Desmond Doss. En sus orígenes familiares encontramos la razón de su profunda fe cristiana y de su rechazo a la violencia. También nos narra cuánto le costó integrarse en el ejército, siendo, lógicamente un gallina, sujeto a las vejaciones de rigor por su pretensión de ser un soldado sin armas . Esta primera parte, antes de que Doss entre en acción, está bien contada, pero es más convencional que el resto, donde está el meollo de la película. Cuando la película despega, y te deja sin aliento, es cuando te transporta a la batalla de Okinawa. Aquí Gibson despliega un talento espectacular en el rodaje de la acción bélica. La mirada de Gibson no tiene fisuras: quiere que veamos el espanto de la guerra y el poder de la fe; quiere que seamos antibelicistas y que admiremos a su héroe por el poder de sus convicciones.  Y para ello nos traslada a lo más cruento de la batalla; nos muestra las heridas más desgarradas, las mutilaciones, el horror. Y nos presenta a su protagonista con un poder casi sobrehumano, iluminado por una generosidad que va más allá de cualquier comportamiento comprensible. Desmond Doss es un super héroe que tiene la ventaja de que, según parece, existió de verdad. De hecho al final de la película aparece el Doss real. No me parece buena idea. El tono épico de la batalla y la atmósfera de leyenda que se ha creado dan un bajón cuando vemos a ese viejecito con cara de cascarrabias aburrido explicándonos cómo fue aquello. Y quisiéramos que desapareciera, y que permaneciera en nuestras mentes solo la emoción que nos ha trasladado el Doss de la ficción, el hombre que se adentraba en el infierno para salvar a sus semejantes, sin dar explicaciones, o mejor dicho, explicándolo todo con el lenguaje del mejor cine.

1 comentario:

  1. Gibson es todo eso y mas..un animal pero sus únicas 5 peliculas son muy buenas o casi obras maestras.
    El hombre sin rostro
    .......De una ternura y sensibilidad admirables
    Braveheart
    Impecable cine epico
    Apocalipto
    ....Vibrante y apasionante

    La Pasion
    ....tuvo malas criticas porque se considero muy muy antisemita.....Increible¡¡¡¡

    Hasta el ultimo hombre.

    Atticus 444

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