Espectacular película de guerra
Título original: Hacksaw Ridge
Duración: 131 minutos
Director: Mel
Gibson
Guión: Robert Schenkkan, Randall Wallace, Andrew Knight
Reparto: Andrew Garfield, Vince Vaughn, Hugo Weaving, Teresa Palmer, Sam Worthington, Luke Bracey, Rachel Griffiths, Richard Roxburgh, Matt Nable, Nathaniel Buzolic, Ryan Corr, Goran D. Kleut, Firass Dirani, Milo Gibson, Ben O'Toole
Dicen algunos
entendidos que parte de la crítica le tiene manía a Mel Gibson, que es un
personaje ultra conservador, católico militante, antipático y abundante en incorrecciones
políticas. No sé. A mí me ha parecido espléndida esta película como retrato de
los horrores de la guerra y como crónica de una historia real, la de aquel objetor
de conciencia que estaba empeñado en participar en la segunda guerra mundial
sin empuñar un fusil, y que salvó la vida de más de setenta compañeros heridos,
a los que rescató del campo de batalla como médico militar, en las condiciones
más terribles.
Gibson nos
cuenta pormenorizadamente la historia de Desmond Doss. En sus orígenes
familiares encontramos la razón de su profunda fe cristiana y de su rechazo a la
violencia. También nos narra cuánto le costó integrarse en el ejército, siendo,
lógicamente un gallina, sujeto a las
vejaciones de rigor por su pretensión de ser un soldado sin armas . Esta
primera parte, antes de que Doss entre en acción, está bien contada, pero es
más convencional que el resto, donde está el meollo de la película. Cuando la
película despega, y te deja sin aliento, es cuando te transporta a la batalla
de Okinawa. Aquí Gibson despliega un talento espectacular en el rodaje de la
acción bélica. La mirada de Gibson no tiene fisuras: quiere que veamos el
espanto de la guerra y el poder de la fe; quiere que seamos antibelicistas y
que admiremos a su héroe por el poder de sus convicciones. Y para ello nos traslada a lo más cruento de
la batalla; nos muestra las heridas más desgarradas, las mutilaciones, el
horror. Y nos presenta a su protagonista con un poder casi sobrehumano,
iluminado por una generosidad que va más allá de cualquier comportamiento
comprensible. Desmond Doss es un super héroe que tiene la ventaja de que, según
parece, existió de verdad. De hecho al final de la película aparece el Doss
real. No me parece buena idea. El tono épico de la batalla y la atmósfera de
leyenda que se ha creado dan un bajón cuando vemos a ese viejecito con cara de
cascarrabias aburrido explicándonos cómo fue aquello. Y quisiéramos que
desapareciera, y que permaneciera en nuestras mentes solo la emoción que nos ha
trasladado el Doss de la ficción, el hombre que se adentraba en el infierno
para salvar a sus semejantes, sin dar explicaciones, o mejor dicho, explicándolo todo
con el lenguaje del mejor cine.
Gibson es todo eso y mas..un animal pero sus únicas 5 peliculas son muy buenas o casi obras maestras.
ResponderEliminarEl hombre sin rostro
.......De una ternura y sensibilidad admirables
Braveheart
Impecable cine epico
Apocalipto
....Vibrante y apasionante
La Pasion
....tuvo malas criticas porque se considero muy muy antisemita.....Increible¡¡¡¡
Hasta el ultimo hombre.
Atticus 444