Una película extraordinaria
Título original: Calvary
Duración: 100 minutos
Director: John Michael McDonagh
Guión: John Michael McDonagh
Reparto: Brendan
Gleeson, Kelly Reilly, Chris O'Dowd, Aidan Gillen, Domhnall
Gleeson, David Wilmot, Dylan Moran, Marie-Josée
Croze, Killian Scott, Isaach De
Bankolé.
El padre James es un sacerdote católico que en la primera escena de esta
magnífica película escucha en el confesionario a un feligrés anónimo anunciarle
que va a matarle el domingo siguiente. La voz le dice que le ha elegido por ser
un hombre bueno, y el padre James lo es. El trabajo que hace McDonagh con este
personaje y su bondad es un ejercicio cinematográfico espléndido. Nada es
banal, ni tópico, ni previsible en la bondad de este cura, en su entrega
tranquila, bienhumorada y tolerante. Tampoco es innecesario nada de cuanto se
nos cuenta de su miedo, su fe, su sencilla y casi torpe manera de hacer el
bien, sus tentaciones, sus caídas y su determinación.
El via crucis del Padre James hacia el domingo de su anunciado asesinato es
un ejercicio de suspense espléndido, en el que el personaje va creciendo hasta
un final que, sencillamente, te deja fuera de combate. Entre sus feligreses
está su asesino. Unos y otros encarnan diversas caras del mal, de un mal
estúpido y feo. Entre ellos anida el sufrimiento, la crueldad, la desesperanza,
el cinismo y la locura. Viven en un paisaje duro de la costa de Irlanda,
azotada por los vientos y por la crisis. Están retratados en un tono de comedia
negra que al principio despista un poco. Cuesta captar el drama que se esconde
tras el humor corrosivo que impregna las relaciones del padre James con sus
paisanos. “¿Por qué tienes que aguantar tanta gilipollez?”, le pregunta al cura
uno de los pocos personajes puros del cuadro.
Hay un tono de cuento moral en el histrionismo de los paisanos del padre
James, que funcionan como sombras que van estrechando el cerco al héroe, con
una violencia cada vez menos sutil. Cada uno es detestable por alguna razón,
pero, ¿es él el asesino?
No, no es esta película sobre la Irlanda rural de la crisis, ni se
desprende de ella ninguna tesis sobre los pecados de la Iglesia Católica. No es
tampoco una comedia negra sobre un cura con mala suerte, ni es solo el drama de
una buena persona enfrentada a un destino fatal. Esta es una película sobre un
hombre en toda su complejidad, retratado espléndidamente en su dimensión moral
y afectiva. Ni más ni menos. La interpretación del sentido último de cuanto se
ha visto queda muy abierta, pero cualquier lectura que se haga de él estará marcada
por el rotundo mazazo emocional que se nos ha suministrado.
Ahora que hay tanta película con exceso de metraje y parafernalia superflua,
vale la pena decir que en 100 minutos y con pocos medios McDonagh ha hecho un
trabajo impresionante. Una película extraordinaria porque maneja los registros del suspense, el drama, la comedia negra y la fábula moral sin liarse ni perder sentido.
Y con una plástica extraordinaria.
ResponderEliminarEs terrible cómo se odian los irlandeses a sí mismos. Los personajes están tratados con la misma mezcla de cercanía y desprecio que los de James Joyce.
Muy de acuerdo - gran película, original, emocionante y, a su manera, trascendente. Gracias por el consejo!