sábado, 4 de marzo de 2017

Novela. La llave, de Junichiró Tanizaki



Siruela. 115 pags.
Insondable
 
   Después de sorprenderme con la preciosa y perturbadora La casa de las bellas durmientes, de Kawabata, me meto otra vez en el erotismo japonés, tan sutil y tan extraño.  Tanizaki cuenta aquí la historia de un matrimonio en decadencia, a través de los diarios escritos, respectivamente, por marido y mujer. Estos diarios son, a un tiempo, un registro de su experiencia sexual y una forma de comunicarse. A través de sus páginas los protagonistas se hablan y se mienten;  se exponen y se engañan. La hija del matrimonio y un pretendiente de esta permanecen en la sombra; apenas les enfoca la narración, pero son parte fundamental de la trama, con su propio papel en la puesta en escena que marido y mujer van urdiendo. Aunque el sentido de su presencia sea más sutil y sus rasgos estén muy difuminados, la importancia de estos dos personajes va creciendo a medida que el dramatismo –y la muerte- se adueñan de la historia. Leer La llave es adentrarse en un mundo que se percibe como insondable.

No hay comentarios:

Publicar un comentario