Título original: Kóblic
Duración: 92 minutos
Director: Sebastián Borensztein
Guión: Sebastián Borensztein, Alejandro Ocón
Reparto: Ricardo Darín, Oscar Martínez, Inma Cuesta, Marcos Cartoy Díaz
Estamos en los años de la dictadura argentina, y Kóblic (Ricardo Darín) es
un militar que se niega a pilotar los aviones cargados de gente a la que tiran
al mar, por lo que se ve abocado a escapar. Su amigo Alberto le proporciona un refugio en el que pasar desaparcibido,
en un pueblo remoto donde finge ser piloto de fumigación. Quien manda
allí es un comisario cruel y corrupto (Oscar Martínez), que no tarda en mosquearse
con la llegada de Kóblic. El huído emprende
un romance apasionado con la empleada de la gasolinera (Inma Cuesta) y se gana
la complicidad de un chico del pueblo. Pronto los buenos están en grave peligro
y los malos demuestran cuán crueles pueden ser. Al fondo están los terribles
recuerdos de los “vuelos de la muerte”, que persiguen a Kóblic, y la vida
tortuosa de la chica.
La película está muy bien ambientada y se ve con mucho interés. Darín no
desilusiona; Inma Cuesta imita tan bien el acento local que mis amigos argentinos
la tomaron por una actriz de allá y Oscar Martínez está estupendo en su papel
de repulsivo y perverso comisario. Hay buen ritmo y la trama no decae. El único
problema es que el final resulta excesivamente aparatoso y teatral.
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