miércoles, 7 de enero de 2015

Cine. The imitation game




Triste historia

Título original: The imitation game
Duración: 114 minutos
Director: Morten Tyldum
Guión: Graham Moore (Libro: Andrew Hodges)

Alan Turing logró descifrar los códigos secretos del sistema de comunicación nazi, lo cual tuvo una influencia decisiva en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Lo  que se nos cuenta aquí no es solo la historia de ese descubrimiento, sino los sucesos que le ocurrieron en 1951, cuando fue juzgado y condenado por homosexual, así como los episodios de su infancia de niño prodigio, en los que se empezó a forjar su turbulenta personalidad, genial y autodestructiva, cándida e irascible  a un tiempo. La película sortea con ciertas dificultades las complicaciones para explicar cómo Turing logró su misión, y la máquina que idea para  lograr desencriptar los mensajes cifrados del enemigo tiene el aspecto de un invento del profesor Tornasol. Tal vez fuera realmente así la predecesora de los grandes computadores, pero ese aire cacharril del invento de Turing, combinado con las confusas explicaciones sobre su funcionamiento, le da un aire un poco irreal a la historia. Quitando este detalle, la película nos muestra un relato interesante desde el punto de vista histórico, y un drama humano terrible, el de alguien a quien su país trató de forma miserable tras haber recibido de él un gran servicio. Se ve con gusto, pero deja una cierta sensación de frialdad en su tristeza, y de ocasión desperdiciada. Tal vez podría haberse hecho algo más vibrante con este material.

2 comentarios: