Triste historia
Título original: The imitation game
Duración: 114 minutos
Director: Morten Tyldum
Guión: Graham Moore (Libro: Andrew Hodges)
Reparto: Benedict
Cumberbatch, Keira
Knightley, Mark Strong, Charles Dance, Matthew Goode, Matthew Beard, Allen Leech, Tuppence
Middleton, Rory Kinnear, Tom
Goodman-Hill, Hannah Flynn, Steven
Waddington, Alex Lawther, Jack Bannon, James
Northcote, Ancuta
Breaban, Victoria Wicks
Alan Turing logró descifrar los códigos
secretos del sistema de comunicación nazi, lo cual tuvo una influencia decisiva
en el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Lo que se nos cuenta aquí no es solo la historia
de ese descubrimiento, sino los sucesos que le ocurrieron en 1951, cuando fue
juzgado y condenado por homosexual, así como los episodios de su infancia de
niño prodigio, en los que se empezó a forjar su turbulenta personalidad, genial
y autodestructiva, cándida e irascible a
un tiempo. La película sortea con ciertas dificultades las complicaciones para explicar
cómo Turing logró su misión, y la máquina que idea para lograr desencriptar los mensajes cifrados del
enemigo tiene el aspecto de un invento del profesor Tornasol. Tal vez fuera
realmente así la predecesora de los grandes computadores, pero ese aire cacharril
del invento de Turing, combinado con las confusas explicaciones sobre su
funcionamiento, le da un aire un poco irreal a la historia. Quitando este detalle,
la película nos muestra un relato interesante desde el punto de vista
histórico, y un drama humano terrible, el de alguien a quien su país trató de
forma miserable tras haber recibido de él un gran servicio. Se ve con gusto,
pero deja una cierta sensación de frialdad en su tristeza, y de ocasión
desperdiciada. Tal vez podría haberse hecho algo más vibrante con este
material.
Vaya por fin¡¡¡ abrz
ResponderEliminaratticus
hola
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