Libros del
Asteroide.
218 pags.
La frialdad del experimento
Una
escritora inglesa viaja a Atenas para dar un curso de escritura. En el avión
conoce a un hombre que le cuenta su vida, con el cual mantiene contacto durante
su estancia en Grecia. El resto de las personas con las que se ve –viejos amigos,
conocidos de esos amigos, gente de su profesión - son también narradores de historias;
cada cual la suya. Dentro de estas historias hay más narraciones: infinidad de
personajes se enfrentan a conflictos, unas veces triviales, otras dramáticos. Los alumnos de la narradora, por
su parte, se ejercitan en clase en la observación del mundo como pilar de la
creación, y de ahí surgen sus proyectos de relato, conectados con sus
realidades, sus fantasías y sus reflexiones.
Sabemos
de la narradora que está separada, que es madre de dos hijos y que está
atravesando una crisis vital. Y sabemos que la autora pretende que, a través de
las historias que los distintos personajes van contando, atisbemos a contraluz quién es esa mujer que nos
habla y nos cuenta lo que le cuentan; qué conflictos aquejan a esa
profesora que ha ido hasta Atenas, dejando tras sí a sus hijos.
La
idea es buena, pero resulta un tanto fría. No he logrado librarme de la
sensación de estar ante un alambicado artilugio literario, sin pizca de
sentimiento; con mucha imaginación, pero poca creatividad, si entendemos por
tal la capacidad de transmitir una interpelación emocional, estética o
intelectual que haga mella en el lector. No he experimentado conexión alguna
con la narradora, ni con ninguno de sus personajes. Todos tienen la misma voz. Sus
descripciones son precisas; sus mundos están bien observados; sus reflexiones
son estimulantes, lo que nos cuentan a veces tiene gracia, y la escritura de
Cusk es ágil. Pero algo falta. No se vislumbra en ninguna parte el corazón de
la autora. ¿Para qué ha escrito esta novela?
Tampoco
se percibe a la narradora. ¿Qué le pasa en realidad a esa profesora de
literatura? La contraportada dice que el libro “nos habla de cómo construimos
nuestra identidad a partir de nuestra propia vida y de la de los demás”. Como planteamiento tiene su atractivo, pero no
acaba de plasmarse en la novela con efectividad.
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